El Sr. Pedro Álvarez (QEPD)
relataba que el Panteón de San José, en el pueblo de San Martín Xochináhuac,
empieza a funcionar con el entierro del primer párroco del pueblo. Se desconoce
el año y el nombre del difunto, pero se sabe que fue enterrado a flor de tierra
(sin fosa profunda) y que era una persona muy alta, porque el catafalco de
cemento construido sobre el cuerpo del párroco es muy grande, mayor a las
dimensiones de una fosa normal. Los vecinos del lugar dicen que quien se sienta
en el túmulo, siente la sangre helada y le duelen las coyunturas. Del mismo
cementerio se cuenta que desde la sección de niños, por las noches se escucha
gran alboroto, como si se tratara de una fiesta; se escuchaba que juegan, ríen,
brincan. La mayoría de las veces esto sucede de noche, aunque a veces también
ocurre al medio día. Desafortunadamente también se escucha uno que otro niño
que llora desconsolado y grita pidiendo a su mamá, pero esto era raro, porque
la mayoría de los gritos son de felicidad, como los de niños vivos.
1 comentario:
Hola soy hijo del señor al que todos conocian como el güero vivimos 12 años en el panteón de san José mi papá se enfermo de la diabetes porque a el se le apareció un difunto mi mamá siempre escuchaba llorar un niño asta que le puso una veladora fue como se calmaba el niño Muchas cosas vivimos mis padres mis hermanos y yo mi nombre es antonio
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